Luz, Fe y Misión: Reseña de los Ejercicios Espirituales
En la semana del 13 al 17 octubre, los Misioneros del Sagrado Corazón vivimos un tiempo de gracia y profunda renovación espiritual durante nuestros Ejercicios Espirituales, guiados con sabiduría por el padre Fernando Polanco (Nano), SJ.. Este encuentro se desarrolló bajo la inspiradora luz del espíritu de Nicodemo, aquel que buscó la verdad en la oscuridad y encontró la fe.

Los días estuvieron marcados por intensos puntos de reflexión que calaron hondo en el corazón de cada uno.
Se meditó en profundidad sobre la samaritana, la sed y el don divino, invitando a reconocer la sed interior y acoger el regalo de Dios.
Se exploró el Fundamento del Espíritu, entendido como el soplo vivificante que proviene del Padre y del Hijo, y se revisaron los tres grados de devoción para crecer en la vida interior.
La figura de Nicodemo cobró especial relevancia al contemplar la confirmación de la cruz, un misterio central donde la fe se revela plenamente.
Un punto crucial fue la reflexión sobre cuando la verdad provoca decisión, un llamado a la acción y al compromiso genuino.
Finalmente, la verdad profunda de que la oscuridad no es la ausencia de la luz ofreció una perspectiva de esperanza y presencia constante de Dios.

El miércoles fue el inicio del triduo de oracion, en preparación para la canonización del beato Pedro To Rot durante las Laudes se puntualizó su vida y su muerte.
El retiro espiritual culminó con una emotiva Eucaristía que nos dejos una profunda huella. Presidida por el padre Nano, fue un momento de acción de gracias por la oportunidad de compartir esta experiencia transformadora. Durante su homilía, el padre Nano destacó los puntos clave de la semana, enmarcados en la figura de Nicodemo, un símbolo de búsqueda espiritual y renovación en la fe. Sus palabras resonaron como un recordatorio de la importancia de reflexionar y abrir el corazón a la luz divina.
Al final de la eucaristia el padre Agustín Guzmán (Cristian) Superior Provincial, nos expresó un profundo agradecimiento a todos por nuestra disponibilidad y compromiso. Con un mensaje inspirador, nos envió a nuestras misiones con un renovado sentido de propósito, invitándonos a llevar la luz de Cristo a cada aspecto de nuestras vidas. Su exhortación fue un llamado a vivir con autenticidad y a ser testimonio de fe en nuestras comunidades.
El espíritu de fraternidad culminó el viernes con un emotivo ágape. Fue una celebración de la vida de la congregación y la oportunidad perfecta para compartir la misión con alegría.
Amado sea en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús

Deja una respuesta