La fiesta de Nuestra Señora del Sagrado Corazón se celebra cada año el último sábado de mayo. Esta devoción mariana tiene sus orígenes en el siglo XIX, específicamente en 1857, cuando fue iniciada por el sacerdote francés, el padre Julio Chevalier, fundador de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón. La advocación de Nuestra Señora del Sagrado Corazón se caracteriza por la profunda relación entre la Virgen María y el Sagrado Corazón de Jesús, destacando la mediación de María y su especial papel en la redención y el amor divino.

Orígenes y Desarrollo

El padre Chevalier, con una fuerte devoción al Sagrado Corazón de Jesús, percibió en la Virgen María una figura que guía y acerca a los fieles al amor y misericordia representados en el corazón de su hijo. Esta intuición espiritual lo llevó a promover la veneración de María bajo el título de "Nuestra Señora del Sagrado Corazón". La idea principal detrás de esta advocación es la de María como intercesora y mediadora del amor y de las gracias provenientes del Corazón de Jesús.

Significado de la Fiesta

La celebración tiene un profundo significado espiritual para los fieles, pues invita a reflexionar sobre el amor infinito de Dios manifestado a través del Sagrado Corazón de Jesús y a reconocer el papel maternal y mediador de María en la vida cristiana. Esta fiesta, celebrada el último sábado de mayo, cierra de manera especial el mes tradicionalmente dedicado a la Virgen María.

Prácticas y Devociones

Durante esta fiesta, los devotos suelen participar en misas especiales, procesiones, novenas y otras actividades religiosas dedicadas a Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Las celebraciones pueden variar de una comunidad a otra, pero en todas ellas se destaca el papel de María como puente hacia el amor de Cristo. En algunas parroquias y santuarios, se realizan actos simbólicos como la consagración al Sagrado Corazón de Jesús por medio de María, pidiendo su intercesión y protección.

Difusión Global

Aunque la devoción comenzó en Francia, rápidamente se difundió por todo el mundo, gracias en gran parte al trabajo de los Misioneros del Sagrado Corazón y otras congregaciones religiosas que adoptaron y promovieron esta advocación. Hoy en día, Nuestra Señora del Sagrado Corazón es venerada en numerosos países y cuenta con santuarios dedicados a ella, donde miles de peregrinos acuden anualmente para rendir homenaje y buscar su intercesión.

En resumen, la fiesta de Nuestra Señora del Sagrado Corazón es una celebración que invita a los fieles a contemplar y vivir el amor de Dios manifestado en el Sagrado Corazón de Jesús, a través de la especial mediación y cercanía maternal de la Virgen María.